El domingo 5 de enero, el presidente paraguayo, Santiago Peña, ratificó su respaldo a González Urrutia, durante una videoconferencia en la que también participó María Corina Machado.
Para el gobierno de Nicolás Maduro, las declaraciones de Peña, quien aseguró que seguirá trabajando junto a la comunidad internacional para “restaurar la democracia” en Venezuela, reinciden en una “política fracasada”, en referencia al gobierno interino que encabezó el opositor Juan Guaidó hasta 2022.
“Estas acciones representan una reedición de estrategias sin sustento político, jurídico ni social, que han demostrado su rotundo fracaso. Es lamentable que gobiernos con el de Paraguay sigan subordinando su política exterior a los intereses de potencias extranjeras”, reza el comunicado publicado por la Cancillería venezolana.
Finalmente, el Ejecutivo venezolano reiteró su compromiso con “la defensa de la democracia, la paz y la autodeterminación de los pueblos” y reafirmó que “ninguna bufonada instruida desde el fascismo internacional logrará doblegar la voluntad de un pueblo firme en la construcción de su propio destino”.
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