Investigadores de la NASA han descubierto que el agua del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko posee una firma molecular similar a la de los océanos de la Tierra, lo que contradice resultados recientes y reabre el caso de que estos objetos de la familia de Júpiter pudieron haber ayudado a llevar agua al planeta terrestre.
La agencia aeroespacial explica que si bien es probable que existiera algo de agua en el gas y el polvo a partir de los cuales se materializó la Tierra hace unos 4.600 millones de años, gran parte del agua se habría vaporizado porque el planeta se formó cerca del intenso calor del Sol.
“La forma en que la Tierra finalmente se hizo rica en agua líquida ha seguido siendo una fuente de debate para los científicos”, recuerda.
¿Cómo se formó el agua?
Las investigaciones demuestran que parte del agua del planeta nació del vapor expulsado de los volcanes. Este se condensó y llovió sobre los océanos. Ahora, los científicos han hallado evidencia de que una parte importante de los océanos terrestres proviene del hielo y los minerales de los asteroides. Asimismo, es posible que también provenga de los cometas que chocaron contra la Tierra.
Ese evento habría ocurrido hace unos 4.000 millones de años.
Si bien el caso de conectar el agua de los asteroides con la de la Tierra es complejo, el papel de los cometas ha desconcertado a científicos.
Diversas mediciones de cometas de la familia de Júpiter mostraron un fuerte vínculo entre su agua y la de la Tierra. Dicho enlace se basó en una firma molecular clave que los científicos usan para detectar el origen del agua en todo el sistema solar.
Las mediciones hechas en las últimas dos décadas, en el vapor de agua de varios otros cometas de la familia de Júpiter, mostraron niveles similares al agua de la Tierra.
«Realmente estaba empezando a parecer que estos cometas jugaron un papel importante en el suministro de agua a la Tierra», aseguró la investigadora Kathleen Mandt.
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