El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump, propuso al dueño de la red social X y fundador de Tesla, Elon Musk, encabezar una reforma de la administración federal si resulta electo.
Durante un discurso sobre su programa económico en Nueva York, Trump aseguró que Musk «aceptó» la misión de realizar una «auditoría completa» del gobierno en Washington.
La administración de Joe Biden y Kamala Harris en menos de cuatro años se lleva el récord del mandato con más gastos y derroche del dinero de los contribuyentes. Sólo entre la frontera sur y la guerra en Ucrania, el desembolso supera el billón de dólares (trillion en inglés).
Poner fin al despilfarro de dinero en Washington
Trump indicó que por sugerencia de Musk creará, de resultar ganador de los comicios, «una comisión de eficiencia gubernamental encargada de conducir una completa auditoría financiera y de gestión de todo el gobierno federal», con el fundador de SpaceX como cabeza de esa entidad.
Para empezar «esta comisión desarrollará un plan de acción para eliminar totalmente el fraude y los pagos indebidos en seis meses», declaró Trump ante el Economic Club de Nueva York. «Esto ahorrará miles de millones de dólares».
El expresidente reiteró su plan de recortar impuestos y aumentar aranceles a las importaciones, y sostuvo que planea eliminar 10 regulaciones oficiales por cada una que se cree.
A dos meses de las presidenciales del 5 de noviembre, Trump se comprometió además a hacer de Estados Unidos «la capital mundial del bitcoin y las criptomonedas».
«En lugar de combatir las industrias del futuro, las respaldaremos», aseguró.
El expresidente republicano visitó el miércoles Pennsylvania, un estado golpeado por la desindustrialización, que ganó en 2016 ante Hillary Clinton, pero luego «perdió» por escaso margen en 2020 frente a Joe Biden.
¿Injerencia rusa?… Putin se burla de Kamala Harris
El gobierno actual, previendo un triunfo de Trump, vuelve a lanzar sus falsas tentativas de «injerencia rusa» en los comicios, el mismo cuento que hicieron en 2016 y desmentido por investigaciones de inteligencia.
Parte de la telenovela montada en Washington en 2016 sobre Rusia fue la mentirosa vinculaciómn a Trump con una supuesta injerencia de Moscú en los comicios presidenciales de ese año, por supuesto, porque Hillary Clinton fue derrotada. De lo contrario, no se hubiera creado ni mencionado el tema.
Sin responder directamente a estas acusaciones, el mandatario ruso Vladimir Putin manifestó el jueves, en tono sarcástico y de burla, su apoyo a la candidata demócrata Kamala Harris en la elección presidencial estadounidense.
El presidente Joe Biden «ha recomendado a sus electores apoyar a la señora Harris, así que nosotros también la apoyaremos«, dijo Putin con una sonrisa durante un foro económico en Vladivostok, en el extremo oriente ruso.
«En segundo lugar, (Harris) tiene una risa tan expresiva y contagiosa que demuestra que le está yendo bien», agregó.
La Casa Blanca, como es de suponer, reaccionó y exigió al presidente ruso que «cese de interferir» en las elecciones de Estados Unidos.
La risa de Harris, muchas veces sin ningún sentido, es frecuente blanco de burlas en las redes sociales y medios conservadores de comunicación desde que llegó a la Casa Blanca en 2021.
Debate presidencial
El primer debate entre Trump y Harris está pautado para el 10 de septiembre en Filadelfia, a través de la cadena ABC y durará 90 minutos. Los dos candidatos estarán de pie, sin notas y sin público, y sus tiempos estarán controlados.
Los micrófonos se abrirán cuando sea el turno de hablar y los candidatos dispondrán de dos minutos cada uno para responder a las preguntas de los periodistas y un minuto adicional para detalles y aclaraciones.
El miércoles, durante un debate de la cadena Fox News en Pennsylvania, Donald Trump acusó a ABC de ser parcial y afirmó que Kamala Harris recibiría las preguntas con antelación.
«Son realmente malos y creo que mucha gente verá lo malos que son, lo injustos que son», lanzó el republicano de 78 años.
En Pennsylvania, la vicepresidenta tendrá en su contra, entre muchas otras cosas como la economía, inmigración y el fracaso de la guerra en Ucrania, la gran polémica sobre la compra de la legendaria siderúrgica estadounidense US Steel.
La Casa Blanca se dispone a bloquear la adquisición por la japonesa Nippon Steel por 14.000 millones de dólares, que aún espera autorización de los reguladores.
La empresa con sede en Pittsburgh, capital histórica del acero en Estados Unidos, advierte que un bloqueo podría conllevar el despido de miles de empleados, el cierre de instalaciones y la renuncia a inversiones imprescindibles.
FUENTE: DIARIO LAS AMÉRICAS