Este 5 de enero se cumplen dos años del parole humanitario y con ello llega el fin de ese programa este 2025 para más de 500,000 migrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, luego de que la administración de Joe Biden y Kamala Harris decidió no renovar ese permiso temporal que los deja en un estado de vulnerabilidad a los que decidan no regresar a sus países y permanecer ilegalmente en Estados Unidos.
El inminente final del permiso humanitario, impulsado por el demócrata Joe Biden con el argumento de «reducir» los ingresos ilegales ante la crisis migratoria sin precedentes que vive la frontera Sur durante su Gobierno, dejará a aquellos que no hayan regularizado su estatus migratorio en el país expuestos a la posibilidad de ser deportados sino abandonan voluntariamente el territorio, como parte del plan de deportación masiva prometido por el nuevo presidente Donald Trump durante la campaña electoral.Lee además
Administración Biden-Harris no renueva el parole humanitario, pero lo mantiene vigente para nuevos migrantes
El programa de parole humanitario, creado para beneficiar a ucranianos que huían de la guerra, fue extendido en 2022 para venezolanos y, posteriormente, a cubanos, haitianos y nicaragüenses, permitiéndoles vivir y trabajar legalmente en EEUU por dos años mientras gestionaban otro estatus legal.
El caos en la frontera de EEUU fue propiciado por las políticas flexibles en materia de migraciòn de la administración Biden, que permitió el ingreso de millones de migrantes y además creó programas de migraciòn. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) registra 11 millones de encuentros de inmigrantes indocumentados durante el gobierno demócrata. Pero esa polìtica cambió durante la campaña electoral en la que los demócratas buscaban permanecen en la Casa Blanca. Biden y Harris pusieron fin al parole humanitario.
Hasta finales de noviembre de 2024, al menos 531,670 migrantes habían entrado al país legalmente bajo el parole humanitario, de ellos, 211,040 eran haitianos, 117,320 venezolanos, 110,240 cubanos y 93,080 nicaragüenses, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), que registraba, además, el ingreso de 10,825,387 millones de inmigrantes hasta octubre.
«Blanco fácil»
A inicios de octubre pasado, a un mes de las elecciones presidenciales en la que Trump arrasó con una abrumadora mayoría, la admnistración Biden tomó la decisión de no extender este permiso de permanencia, dejando a más de medio millón de migrantes en un limbo migratorio, que ahora los convierte en un «blanco fácil» de deportación.
«Son un blanco fácil para las deportaciones masivas de Trump, porque a diferencia de las personas indocumentadas de largo plazo, que viven en la sombra, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) sabe sus direcciones recientes, sabe quiénes son» los beneficiarios del parole humanitario, por lo que es más fácil localizarlos y expulsarlos, indicó la analista del Instituto de Política Migratoria (MPI), Kathleen Bush-Joseph, en una entrevista con El País de España.
Pese a la decisión de Biden de no extender el programa, próximo a vencerse, este continúa activo, recibiendo solicitudes. Sin embargo, la eliminación del parole entraría en los planes de Trump, a fin de acabar con el «abuso escandaloso» que, sostienen, han hecho de permiso temporal de permanencia.
«Es muy probable que terminen estos procesos. Si no es el primer día, será muy pronto después de que tome posesión. Los republicanos en general se han enfocado en lo que llaman el abuso del parole», señaló la analista.
Eliminación del parole humanitario
Trump prometió durante su campaña declarar emergencia nacional, mientras miles de inmigrantes se dirigen a Estados Unidos y buscan llegar a la frontera antes de que Trump asuma el poder.
A diferencia de su anterior Gobierno, cuando Trump intentó acabar con el Estatus de Protección Temporal (TPS) y las trabas legales no se lo permitieron, la eliminación del parole humanitario podría ser «pan comido» para la administración republicana, que no requiere de una aprobación legislativa.
Con el fin del parole, los miles de migrantes que están en territorio americano bajo la protección de ese programa crado por Biden, ven amenazada su permanencia en el país, si no cuenta con un estatus migratorio regular antes de que expire finalmente el programa.
¿Qué opciones tendrían tras el fin del parole?
Entre las opciónes que tendrían para regularizar su estancia en suelo americano se encuentran:
- Conseguir ofertas laborales de empresas que les sirva de patrocinador.
- Incorporarse al sistema educativo de EEUU.
- El matrimonio con un ciudadano estadounidense.
Los cubanos, además, podrán apelar a la Ley de Ajuste Cubano, vigente desde hace 58 años, que les brinda la posibilidad de optar a una residencia permanente al año y un día de estar en EEUU, y a la ciudadanía estadounidense cinco años después, siempre y cuando hayan sido procesados de manera legal en un puerto de entrada.
Por su parte, los venezolanos y haitianos que califiquen podrán ampararse en el TPS, que ofrece protección provisional contra la deportación y un permiso de trabajo. Los ciudadanos de Venezuela tendrán la posibilidad de acceder al TPS hasta el 2 de abril de este año, mientras que los haitianos que quieran inscribirse al programa pueden hacerlo hasta el 3 de febrero de 2026.
En este escenario, los más perjudicados serían los nicaragüenses, que hasta el momento no cuenta con ningún tipo de programa que les brinde la oportunidad de regularizar su estatus migratorio. No obstante, podrían optar, al igual que cubanos, haitianos y venezolanos, al asilo, siempre y cuando hayan sido víctimas de persecución por razones políticas, sociales o étnicas.
FUENTE: Con información de El Pais / La República / Directorio Cubano / Redacción DLA