Florida implementó una política de aumentos graduales en el salario mínimo estatal, marcando una diferencia notable frente al estancamiento del salario mínimo federal en Estados Unidos, que se mantiene en 7.25 dólares por hora desde 2009. Este cambio, resultado de la aprobación de la Enmienda 2 en noviembre de 2020, busca incrementar anualmente el salario mínimo estatal hasta alcanzar los 15 dólares por hora en 2026.
El 30 de septiembre de 2023, se registró un nuevo aumento, elevando el salario mínimo de 12 dólares a 13 por hora. Para los trabajadores que reciben propinas, la tarifa pasó a 9.98 por hora, manteniendo un diferencial acorde con los ingresos adicionales que perciben por esta vía. Esta política no solo mejora los ingresos de los trabajadores, sino que establece un marco previsible para futuros incrementos.
En el próximo año, el 30 de septiembre de 2025, el salario mínimo en Florida subirá a 14 dólares por hora y a 10.98 para empleados con propinas. Este aumento refleja el compromiso del estado de cumplir con la meta establecida por la enmienda constitucional, asegurando un crecimiento anual hasta alcanzar el objetivo de 15 por hora.
Impacto económico del salario mínimo en Florida
El incremento gradual de la remuneración en el estado generó expectativas significativas tanto entre los trabajadores como entre los empresarios. Para muchos empleados, especialmente en sectores como la hostelería, la restauración y el comercio minorista, estos aumentos representan una mejora directa en su calidad de vida. Un salario más alto permite afrontar mejor el creciente costo de la vivienda, la alimentación y otros bienes esenciales en un estado donde los precios han experimentado aumentos notables en los últimos años.
Desde una perspectiva económica más amplia, este cambio tiene el potencial de estimular la actividad económica local. Con mayores ingresos disponibles, los trabajadores tienden a gastar más, lo que impulsa el consumo en pequeñas y medianas empresas. Este ciclo puede favorecer la creación de empleo y un crecimiento económico sostenido en diversas comunidades de Florida.
Sin embargo, el impacto no ha estado exento de controversia. Algunos sectores empresariales, especialmente las pequeñas empresas, han expresado preocupación por los costos adicionales derivados de los aumentos salariales. Para ellas, el incremento puede traducirse en mayores gastos operativos, lo que podría resultar en ajustes como la reducción de horas de trabajo, una menor contratación o el traslado de estos costos a los consumidores mediante precios más altos.
En términos sociales, la política de aumentos graduales busca reducir la desigualdad económica, especialmente en un estado caracterizado por amplias disparidades en los ingresos. El objetivo final de alcanzar los 15 dólares por hora en 2026 sitúa a Florida como líder en la mejora de condiciones laborales en el sur de Estados Unidos, marcando un precedente para otros estados con salarios mínimos más bajos.
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