Desde que se anunció que el programa no sería renovado, varios sectores económicos en esta ciudad, que forma parte del área metropolitana de Miami, han comenzado a sufrir pérdidas.
El fin del Estatus de Protección Temporal (TPS) para miles de venezolanos en Estados Unidos amenaza con provocar un fuerte impacto en Doral, la ciudad con la mayor concentración de migrantes de ese país. Conocida como “Doralzuela”, esta zona al noroeste de Miami enfrenta una creciente incertidumbre ante el vencimiento del programa el 7 de abril, fecha en la que muchos perderán su permiso de trabajo y protección contra la deportación.
Desde que se anunció la medida, comerciantes y autoridades locales han expresado su preocupación por el posible colapso de la economía local. “Gran parte de nuestra comunidad venezolana tiene TPS. Muchos son dueños de negocios. Otros son trabajadores que han desempeñado un papel crucial en mantener nuestra economía en auge”, afirmó el concejal de Doral, Rafael Pineyro, en declaraciones a EFE. Empresas de distintos sectores ya han comenzado a sentir el efecto de la crisis, con despidos, reducción de clientes y un aumento en la incertidumbre.
A medida que la fecha límite se acerca, algunos residentes venezolanos han comenzado a modificar su estilo de vida y a prepararse para una posible permanencia irregular en el país. “Tengo muchos amigos con TPS que se están preparando para funcionar como indocumentados”, contó un vendedor de autos a EFE, solicitando el anonimato. Mientras tanto, negocios en Doral han experimentado una caída en sus ingresos, lo que ha generado un ambiente de inquietud en la comunidad.