“Las restricciones siguen siendo una herramienta de opresión tanto en Xinjiang como en la diáspora”, afirmó Yalkun Uluyol, investigador de HRW para China
China ha suavizado ligeramente las restricciones de viaje para la minoría musulmana uigur, aunque sigue imponiendo “severos controles” sobre quienes buscan viajar al extranjero o visitar familiares en la región de Xinjiang, según un informe publicado el lunes por Human Rights Watch (HRW). La organización denuncia que las autoridades chinas siguen vulnerando los derechos de los uigures con trabas burocráticas y medidas de vigilancia.
El informe señala que, si bien el gobierno ha levantado parcialmente la prohibición de que los uigures viajen fuera del país, impone estrictas condiciones a quienes buscan hacerlo. Quienes solicitan visitar a familiares en el extranjero deben proporcionar detalles personales como dirección, situación laboral y documentos adicionales, además de una invitación formal del familiar que los recibirá.
Las restricciones incluyen la exigencia de viajar solos, sin familiares acompañantes, y la necesidad de un “garante”, que suele ser un funcionario chino. De acuerdo con testimonios recogidos por HRW, las autoridades utilizan a los familiares que permanecen en China como una forma de presión para garantizar el retorno del viajero.
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