La presa política del 11J Lisdani Rodríguez Isaac, de 25 años, afirmó que el injusto encarcelamiento a que ha sido sometida por el régimen cubano desde el año 2021 ha acabado con su juventud.
«Estos tres años han sido muy duros, es muy duro perder tu juventud ahí por algo que no has hecho; pero me autopreparé psicológicamente y estoy firme, sin bajar la cabeza», afirmó en una entrevista concedida al portal Cubanet.
La joven, que se embarazó estando en prisión y dio a luz a una niña el pasado 6 de septiembre, relató las dificultades que tuvo durante su embarazo en prisión, bajo amenaza de las autoridades penitenciarias.
La primera opción que le ofrecieron las autoridades fue el aborto, y durante un mes fue presionada por oficiales de la Seguridad del Estado para que lo realizara, dijo Rodríguez Isaac que cumple una condena de 8 años junto a su hermana gemela Lidiani, por participar en las protestas del 11J en Placetas.
«Piensa en los años que te faltan por cumplir», le decían. Sin embargo, Lisdani decidió seguir adelante con su embarazo, a pesar de las difíciles condiciones del penal de Guamajal.
«Ya tenía 25 años, estaba presa desde los 22 y saldré de prisión a los 30. No quería esperar tanto para ser madre. Si mi bebé llegó en este momento, por algo será», señaló.
Rodríguez Isaac fue condenada por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 en su ciudad natal, Placetas, provincia de Villa Clara. Fue acusada de delitos como «atentado», «desacato» y «desórdenes públicos», por lo que inicialmente enfrentaba una solicitud fiscal de 10 años de prisión. Finalmente, tanto ella como su hermana, Lidiani, fueron condenadas a ocho años.
A pesar de las precarias condiciones en la prisión y una alimentación deficiente, Lisdani llevó adelante su embarazo. A finales de mayo, tras meses de riesgos para su salud, las autoridades le concedieron una licencia extrapenal por un año.
El 6 de septiembre dio a luz sin complicaciones, y su bebé se encuentra al cuidado de su hermana debido a las inundaciones en la vivienda familiar.
En la entrevista a Cubanet recordó que sufrió humillaciones en prisión y tuvo que convivir con reclusas comunes, incluso con una mujer condenada por asesinato. A pesar de estar embarazada, fue maltratada por una de las guardias, quien le negó el desayuno en una ocasión.
«Han acabado con mi juventud», confesó la joven, quien dice que cuando su licencia acabe y deba regresar a la cárcel, lo peor será separarse de su bebé.
FUENTE: CIBERCUBA