Un nuevo caso de represión en Cuba ocurrió cuando un hombre fue detenido por las autoridades cubanas en Pinar del Río, tras bautizar su cochinera con el nombre «Consejo de Ministros». El individuo, cuyo nombre no ha sido revelado en muchos informes, decidió llamar así a su criadero de cerdos en un aparente gesto irónico hacia las estructuras de poder en la isla.
El incidente refleja la censura y represión que sigue vigente bajo el régimen castrista, donde cualquier acto que sea interpretado como una burla o una crítica al gobierno puede tener consecuencias graves. El nombre que eligió para su cochinera fue percibido como una forma de ridiculizar a las altas esferas del gobierno cubano, y por ello fue arrestado.
Este caso es solo uno más de una serie de actos represivos en la isla, donde las autoridades han detenido y sancionado a ciudadanos por expresar opiniones o realizar acciones que pueden ser vistas como críticas al gobierno, incluso si estas ocurren en contextos aparentemente inocuos o privados.
La censura y la falta de libertad de expresión en Cuba han llevado a que cualquier comentario satírico o burla hacia las instituciones del estado sea tratado con severidad, reforzando la vigilancia constante sobre los ciudadanos para evitar cualquier disidencia. El hombre, además de enfrentar cargos, se ha convertido en un símbolo de cómo las autoridades reaccionan ante actos percibidos como una amenaza a su control.