El pasado enero, ofrecí algunos consejos para reiniciar la salud del sueño. Esa lista sigue siendo mi principal recomendación. Sin embargo, este año quiero añadir nuevos hallazgos que pueden orientar tus decisiones sobre el sueño y tus conversaciones con el médico. La información aquí ofrecida no sustituye la atención médica personalizada.
Encontrar un equilibrio con la cafeína
Las personas quieren su dosis de cafeína y también un buen sueño. Lograr este equilibrio puede ser complicado debido a las diferencias individuales en la sensibilidad a sus efectos estimulantes, las tasas de metabolismo, los patrones de consumo, la intensidad del preparado y otros factores.
Además, la cafeína puede tener efectos beneficiosos y perjudiciales, incluso en el sueño. Por ejemplo, algunos de mis pacientes la usan con moderación para mantenerse despiertos hasta una hora razonablemente tardía, lo cual puede apoyar tanto el ritmo circadiano deseado como la consolidación del sueño.
Un estudio reciente encontró que hasta 100 mg de cafeína (aproximadamente la cantidad en una taza típica de café) podrían consumirse hasta cuatro horas antes de dormir sin impacto negativo. Sin embargo, 400 mg (en una sola dosis) hasta 12 horas antes del sueño dificultaron conciliarlo y fragmentaron el descanso (y más cuanto más cerca del horario de dormir se consumió).Cómo ajustar el consumo de cafeína para evitar interferencias en el descanso nocturno (Imagen Ilustrativa Infobae)
Una limitación del estudio es que se realizó en hombres jóvenes; las personas mayores son más sensibles a la cafeína, y las mujeres que usan anticonceptivos orales la metabolizan más lentamente. Los participantes eran usuarios moderadamente habituales.
Independientemente de sus efectos en el sueño, hay evidencia de que limitar el consumo de cafeína a las horas de la mañana podría beneficiar la salud y la esperanza de vida.
Una dieta para dormir
Los pacientes con insomnio suelen preguntar qué deberían comer para dormir mejor. Esta es una pregunta difícil porque el consenso científico aún está en desarrollo sobre qué podría ayudar y por qué.
Ningún alimento o patrón dietético específico es probablemente una solución mágica para resolver (o causar) insomnio.
INFOBAE