En la remota comunidad de Bulla, en el Territorio del Norte de Australia, un cocodrilo de agua salada de 3,6 metros fue abatido por la policía luego de que se devorara mascotas y amedrentara a los niños. Tras la caza, los residentes optaron por honrar la tradición y transformaron al depredador en un festín comunitario.
La amenaza constante del reptil se percibió como algo serio por las autoridades locales. Según un comunicado de la Policía del Territorio del Norte, el cocodrilo “había estado acechando y arremetiendo fuera del agua contra niños y adultos, además de haberse llevado varios perros de la comunidad”. Tras la evaluación de riesgos, se tomó la decisión de acabar con el animal.
La misma policía confirmó que el cocodrilo fue preparado para un festín de la manera tradicional. En declaraciones al medio ABC News, el sargento del Territorio del Norte, Andrew McBride, explicó: “El animal fue cocido en sopa, otra parte en la barbacoa y otros trozos fueron envueltos en hojas de plátano y cocinados bajo tierra”.
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Especialistas advierten sobre la alta población de cocodrilos en el Territorio del Norte (Northern Territory Police)
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La tradición culinaria local transforma al cocodrilo en un festín comunitario (Northern Territory Police)
La comunidad aprovechó la situación para organizar una “sesión de seguridad de cocodrilos” para los niños en la que se explicaron los peligros dentro de las vías fluviales, según comunicó la policía.
La especie de cocodrilo de agua salada, junto con la de agua dulce, está protegida por leyes federales en Australia desde 1971, tras una época de caza furtiva que casi las llevó a la extinción. En la actualidad, se estima que solo en el Territorio del Norte habitan alrededor de 100.000 cocodrilos. “Cualquier masa de agua aquí puede contener cocodrilos grandes y potencialmente peligrosos”, afirmó Kristen Hay, especialista en vida silvestre, en el mismo comunicado de los agentes de seguridad.
En los últimos años, los encuentros entre cocodrilos y humanos han sido fatales en varias ocasiones en Australia. En abril, un joven de 16 años perdió la vida en el norte de Queensland al intentar nadar hasta la orilla, y en 2023, los restos de un pescador de 64 años fueron encontrados dentro de un cocodrilo en la misma región.
Las consecuencias
Según ABC News, el sargento McBride detalló la preparación del cocodrilo como parte de un banquete tradicional: “Era una fiesta tradicional bastante grande y había algunos estómagos llenos”.
La comunidad optó por trabajar en conjunto para eliminar el riesgo que el cocodrilo representaba, para eso siguió las normativas de consulta con los propietarios tradicionales y los guardabosques de Parques y Vida Silvestre.
La comandante Kylie Anderson afirmó en el comunicado policial: “Los cocodrilos pueden representar un riesgo significativo para la seguridad de la comunidad”. También elogió la colaboración entre los oficiales y los residentes para tomar medidas seguras. La colaboración incluyó un enfoque equilibrado entre educación y tradición.
El gobierno del Territorio del Norte utiliza un enfoque especial, de “gestión estratégica basado en el riesgo” para determinar el nivel de actividad de gestión de estos cocodrilos. La creciente población de cocodrilos los ha llevado a invadir áreas donde normalmente no se los veía, un fenómeno atribuido a las recientes inundaciones.“Los cocodrilos están apareciendo en lugares donde normalmente no los verías”, declaró el sargento McBride. Las autoridades entienden que es debido a la gran cantidad de agua en el área, lo cual los empujó a lugares “aleatorios”.
Con un estimado de 100.000 cocodrilos de agua salada en el Territorio del Norte, el gobierno anunció este año un incremento en el número permitido para ser sacrificados, de 300 a 1200 en las vías fluviales de Top End.
Esta medida busca manejar de manera más efectiva la población y reducir los riesgos de encuentros peligrosos entre cocodrilos y la comunidad. Como lo fue en esta ocasión, en el que pasó de ser una amenaza a ser comido, reseñó Infobae,