En el corazón del Condado Miami-Dade, hogar de la comunidad venezolana-estadounidense más grande de los Estados Unidos, la ciudad de Doral aprobó una resolución en apoyo de la Ley de Ajuste Venezolano, un proyecto de ley del Congreso que busca proporcionar un estatus legal permanente a los venezolanos que han reconstruido sus vidas en los Estados Unidos después de huir de la crisis humanitaria que vive Venezuela.
La resolución llega en un momento crítico para la comunidad venezolana, que ha estado enfrentando la postura inflexible de la administración Trump en cuanto a la inmigración.
La administración ha etiquetado a los venezolanos en general como criminales, vinculando a la comunidad con pandillas peligrosas como el Tren de Aragua, y tomó la controvertida decisión de revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS), que ofrece protección contra la deportación.