«Estaba aterrorizada ante la idea de morir», explicó este viernes la futbolista australiana Sam Kerr, estrella del Chelsea, durante su proceso por injurias racistas graves hacia un agente de policía, a propósito de su agitado traslado en taxi antes del incidente.
Según la acusación, la internacional australiana y su pareja Kristie Mewis, también futbolista, tuvieron un altercado con un taxista cuando regresaban de una velada festiva en enero de 2023.
Descontento porque sus clientas se negaron a pagar los gastos de limpieza del vehículo (una de ellas había vomitado y la otra rompió un cristal trasero), el taxista condujo a ambas a una comisaría de policía de Twickenham.
Ante el tribunal londinense de Kingston, Kerr declaró ante el jurado que sacó la cabeza por la ventanilla cuando comenzó a sentirse mal y que en ese momento el taxista subió el cristal y comenzó a «conducir peligrosamente».