Este lunes, Cuba ha vivido una nueva ola de apagones masivos, con más de un tercio del país (35%) sin suministro eléctrico de manera simultánea en el horario de mayor demanda. La estatal Unión Eléctrica (UNE) anunció que la falta de combustible y las averías en varias centrales termoeléctricas provocaron un déficit de casi 1.000 megavatios (MW) en el suministro de electricidad, situación que vuelve a recordar la crisis de apagón total ocurrida hace apenas una semana.
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Cuba muestra señales de deterioro profundo debido a la falta de mantenimiento y recursos. Actualmente, la UNE estima una capacidad de generación eléctrica de solo 2.060 MW para satisfacer una demanda que alcanzará los 3.050 MW, dejando un déficit significativo de 990 MW. Este desfase se traducirá en cortes de hasta 1.060 MW en el horario pico, afectando la tarde-noche, el momento de mayor consumo.
La situación es crítica: tres de las unidades generadoras más grandes del país están fuera de servicio por fallos y otras dos se encuentran en mantenimiento, utilizando petróleo de producción nacional. Además, la falta de combustible ha dejado fuera de funcionamiento a 64 plantas de generación distribuida, las cuales emplean diesel y fueloil, recursos escasos en el país debido a la insuficiencia de divisas.
La crisis energética cubana no es un fenómeno reciente, sino el resultado de décadas de explotación de las mismas centrales termoeléctricas, muchas de las cuales ya superan los 40 años en operación. Esta infraestructura, obsoleta y en condiciones precarias, requiere inversiones urgentes para su modernización, pero el país enfrenta una severa falta de recursos para acometer estos cambios.
Los problemas de generación eléctrica han empeorado desde finales de agosto, cuando la escasez de combustible y los apagones prolongados alcanzaron niveles alarmantes. En las últimas semanas, los cortes de suministro en algunas regiones llegaron a durar hasta 20 horas diarias, situación que ha generado una gran insatisfacción en la población y un clima de incertidumbre para los sectores productivos del país.
El reciente apagón total, un “evento de cero cobertura energética nacional,” expuso la fragilidad del SEN. Tras la recuperación parcial del sistema, persisten los problemas estructurales, y los cubanos continúan enfrentando prolongados cortes de electricidad diarios, especialmente en zonas rurales y comunidades alejadas de los centros urbanos.
FUENTE: Telemundo51